Un niño las pateó, otra persona se robó una (la de Claudia chin ), y un barrendero estuvo a punto de llevarse todas. "Pensé que era basura", dijo, y pues sí, tiradas ahí en la calle con los papelitos ahí debajo, no se le puede culpar. En fin, pero todo estuvo bien, la acción, la última, fue la más accidentada. Gracias a Shari y al buen Kimi que nos acompañaron el sábado pasado.
lunes, 18 de mayo de 2009
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